Por fin estaba aquí. Si cierro los ojos puedo ver con claridad sus ojos, recuerdo su olor, su calor y también su llanto. Cuando nació no paraba de llorar, no había manera de calmarla. Después de un rato, la acerqué al pecho y se enganchó sin problemas, no tubo que hacer un gran esfuerzo para sacar alimento ya que su hermana le había allanado el camino.
Una vez más la naturaleza me volvió a sorprender, después de estar nueve meses amamantando a mi hija mayor, deje de producir leche para comenzar otra vez con el calostro.
Mi pequeña cogió peso enseguida y el segundo día tuve la subida de la leche sin ningún problema. La verdad es que en todo momento tuve el apoyo de las matronas y pediatras del hospital, aunque me comentaban que por desgracia y sobre todo por desconocimiento no había muchos casos de mamás que se atrevieran con el tándem. Que lejos de ser perjudicial, la lactancia en tándem es algo muy positivo tanto para la madre como para los hermanos ya que fomenta el vínculo entre ellos.
Se puede decir sin duda que fue un dulce comienzo, pero si soy sincera, lo que vino después no fue tan fácil.
Qué preciosidad, muchísimas felicidades por esa nueva vida que comienza... ;). Creo que eres nueva bloguera así que con tu permiso me quedo por tu blog para seguirte la pista y de paso te invito a conocer el mío. Un saludo!
ResponderEliminarhttp://yanethpoints.blogspot.com.es/
Muchas gracias Yaneth, me paso para conocer el tuyo.
ResponderEliminar¡Hola! Gracias por las entradas que has escrito. Yo le doy el pecho a mi hija de 15 meses, y ya dentro de poco quiero buscar al siguiente, pero sí es cierto que algo me preocupa la lactancia en tándem, ya que por un lado no sé si "la barriga" puede llegar a molestar. ¿Qué experiencia tuviste? Te felicito por tu blog, de verdad. ¡Un saludo virtual!
ResponderEliminarHola Irene.
ResponderEliminarLa verdad es que la barriga no molesta para nada a la hora de dar el pecho, y eso que la mía era de grandes dimensiones, ja,ja,ja. Durante el embarazo el único punto negativo que encontré es que los pezones están mucho más sensibles, eso me producía un poco de dolor cuando se enganchaba con muchas ganas, pero que poco a poco se iba quitando durante la toma.
Emocionalmente es muy bonito tener a tu hijo en el pecho, con todas las sensaciones que eso despierta y a la vez otro formándose en la barriga, es como si los tres estuviésemos unidos en uno.
Ya me contarás cuando te animes con el siguiente!
Que bonito!
ResponderEliminarY sobre todo que fuerza de voluntad para luchar contra viento y marea. La sociedad y el entorno muchas veces no nos facilitan este camino que elegimos de manera consciente.