Lactancia en tándem es seguir
dándole el pecho a tu hijo cuando te quedas embarazada y luego una vez que ha nacido sigues amamantando a los dos.
Mi hija tenía trece meses cuando
me quedé embarazada, hasta entonces le había dado el pecho y no me planteé el
hecho de dejarlo. Le comenté a la matrona si era perjudicial para el embarazo y
me comentó que no había ningún problema, que a eso se le llamaba lactancia en
tándem. Me dijo que la mayoría de los niños se destetan solos durante el
embarazo, durante el segundo trimestre la cantidad de leche disminuye y muchos
niños pierden el interés. Imaginé que mi hija no pertenecería a esa mayoría y
acerté.
La lactancia en tándem durante el
embarazo no fue mal, pero la verdad es que no es igual que antes. Los pezones
están mucho más sensibles y cuando se enganchaba sentía dolor. Durante este
tiempo nunca dejó de mamar, ni siquiera en el último trimestre cuando ya apenas
salía leche, pero es verdad que no lo hacía tanto como antes, sólo a la hora de
dormir y en la siesta.
En el último trimestre empecé a
notar contracciones cuando le daba el pecho, pero eran unas contracciones
flojitas, que apenas molestaban.
Lo más duro fueron los comentarios
de la gente, si ya de por si parece que no está bien visto dar el pecho después
de los seis meses, ¡imagina dar el pecho con una barriga! Mucha gente torcía el
gesto y otros decían la manida frase de: eso es vicio. Que digo yo que vicio es
fumar o beber demasiado o cosas así, pero ¿tomar leche? Mi marido de vez en
cuando sigue tomándose un vaso de leche antes de irse a dormir y todavía no he
oído a nadie referirse a ese hecho con un ‘eso es vicio’. Acaso ¿no es lo
mismo? No entiendo que una cosa que es maravillosa durante los seis primeros
meses de vida se convierta en vicio después.